Pocas cosas ponen tan en evidencia nuestra apatía por Jesús en nuestro corazón, que la pasión por Jesús en el corazón de otra persona. Por esa razón, la entrega desperdiciada de Maria de Betania nos sigue incomodando hasta hoy, porque revela en nosotros que seguimos reteniéndole algo a Jesús.

El motivo por el cual nuestras relaciones están dañadas es por la vergüenza que sentimos: Nos sentimos solos, sedientos de amor verdadero y agotados manteniendo nuestras apariencias delante de los demás. Pero podemos ser sanados si nos atrevemos a a quemar nuestras hojas de higuera y nos...