Se requiere comprender la esencia de lo femenino y la esencia de lo masculino, y entonces saber que entre ambos pueden colaborar y deben colaborar. Pero que nunca jamás podrán suplementarse el uno al otro, más que por unos momentos, un cierto lapso de tiempo por la necesidad imperiosa de la naturalidad. Ahora hay que comprender algo que todavía no está muy claro en la humanidad y es que entre esos extremos hay una infinitud de subdivisiones en los cuales a veces el hombre es una perfecta mujer y la mujer es un perfecto hombre. Y eso ha dado, como hoy en día lo estamos sabiendo, infinitas definiciones para quienes así se manejan. No comprendiendo que pertenece a la naturaleza esas diferencias con las cuales la vida trabaja, conecta, materializa, en definitiva, la concreción de una nueva existencia. Obsérvese lo que nos rodea.