Uno empieza a darse cuenta de que la mente parece un mono, saltando de rama en rama…

La naturaleza nos demuestra que es la dueña del timón. El capitán para nosotros es la naturaleza. Cada uno de nosotros tiene su propia naturaleza y decirlo, quizás, nos llame la atención…

Cada uno está en lo suyo. Han logrado distensión, entonces denle las gracias a quien quieran… Yo siempre le doy las gracias a la vida…

Todo se va dando, y esto es lo más importante de este trabajo: sin violencia alguna. Es decir, con naturalidad. Y creo que si algún valor tiene este trabajo es poder hallar con naturalidad lo que nos corresponde…

La mente cuando empieza a escuchar fantasías inmediatamente se sube a la rueda del andar. Y le encanta porque imagina, sueña. Nos hemos acostumbrado al escapismo, entonces el intelecto se siente muy bien cuando es inundado por pensamientos que hacen crear a la imaginación las necesidades que uno considera ideales… 

Lo que uno llama meditación, que también se le puede llamar atención. Porque la meditación es una palabra media rara…

A mi me gusta recordar que si de algo sirve este trabajo es que uno mismo debe indagar, debe investigar, y debe llegar al autoconocimiento. Debe llegar a la comprensión de sí mismo.

En la era acuariana si hay un músculo que debe trabajar se llama mente, se llama consciencia. Pero esta consciencia, en este cuerpo, no puede vivir aislado de los exterior. Lo exterior va a penetrar acorde a nuestra necesidad pensante. Por eso es que es sumamente necesario conocerse. Asumir la responsabilidad de saber que cada uno de nosotros es totalmente único…

Un pequeño repaso de esta práctica. Ahora en Acuario hay que trabajar con la meditación, razonamiento, discernimiento, lógica, intuición, etc. El trabajo de la quietud y del silencio que se implementa en la meditación es precisamente para que, de la parte consciente, cualquiera sean los sentidos activos, nosotros podamos pasar a la no percepción de ellos a través de la parte mecánica que son los sentidos…

No busquemos absolutamente nada. Algo fácil de decir pero un costo para lograrlo. Nuestra mente acostumbrada a direccionarse a sí misma no puede, de un momento a otro, dejar que los acontecimientos sigan su propio ritmo. Y eso es lo más difícil porque llevamos muchos millones de años tratando de dirigir los pensamientos…

El cuerpo no es reconocido en su sabiduría, no es reconocido como el maestro de los maestros. El cuerpo tiene en sí infinitudes de mentes que son tan incomprensibles y desconocidas como la gigantesca mente universal. Es decir, que ambos extremos, en minimo y en maximo, nos pasan desapercibidos…

Significa que no importa cuantos seamos, cada uno se irá posicionando en su propia necesidad, con sus propios contenidos y eso es lo que vale. No busque nada en particular. No al menos estos primeros instantes, minutos… Luego si la mente por su propio entusiasmo instala algo, si puede, lo observa…

Si podemos considerar a nuestras emociones como malezas, veremos que hay demasiadas interferencias para poder conectar pensamientos fuertes, pensamientos distinguidos, proyectos y otras cosas más que serían de nuestro agrado. Poder limpiar el terreno de estas malezas, significa un esfuerzo…

Lo que tenga que suceder va a ir, poco a poco, acaeciendo. Lo importante: comodidad, soltura y abandono. Abandono significa dejar que la mente se vaya donde quiera irse y no cometer el error de seguirla e involucrarse…

Despreocupese. Esta podría ser la palabra mágica o milagrosa si ustedes quieren pero quizá la más difícil de lograr… Al final una reflexión para meditar sobre ello.

Es una manera de sacar o dejar todo lo que está en torno nuestro. Y empezar, poco a poco, a adentrarse en uno mismo. ¡Cuidado con esto también! No busque nada en particular…

En estas prácticas no se debe creer absolutamente en nada, sino prestar atención a aquellas cosas que surgen. Tal vez en el momento encontraremos porque están, tal vez nunca sepamos porque en este momento aparecen…

Todo es relativo. Ahora uno tiene que preguntarse: ¿Relativo sobre qué?

Uno puede contemplar a la naturaleza y darse cuenta que ella desconoce cosas que nosotros, por poder pensar, hemos incorporado como algo habitual. La naturaleza no lo tiene pero no porque no tenga inteligencia y sabiduría. Es otro sistema.

Cada uno es una semilla única, aunque pertenezca a una misma especie. Y eso hay que comprenderlo. Más que nada lo tienen que comprender aquellos que son padres, que lamentablemente, a pesar de tener las diferencias en sus hijos quieren que todos sean iguales, algo más que imposible. Cada uno es único como es la madre o el padre… El libro que se menciona al comienzo es: “Tao de la salud el sexo y la larga vida” de Reid Daniel. Al final una reflexión sobre la limpieza de los intestinos.

Este trabajo, aunque a ustedes les parezca insólito, va a ir reubicando esa información gerencial cada vez más cerca de la superficie hasta que logre ciertas conectividades. Relacionándose con nuestro ego, con nuestro intelecto… ·La introducción es una reflexión sobre un tema que propuso Lucio: La herencia genética·

Estarán viendo cuán difícil es esta simpleza de la auto-observación de las cosas cotidianas, de las cosas incorporadas desde siempre en nosotros…

Disfrútense. Este en lo que este, vale. Aquí no hay sahumerios, no hay música, si no soy yo el que rompe el silencio estarían solos con su ruido interior. Y tienen que conocer ese sonido…. NdE: Ideal para quien quiera comenzar a escuchar estas prácticas. 

La vocal A comprende a todo lo que es mental, a todo el contenido existencial. Obsérvese que está al inicio de las vocales y del abecedario… Reflexión al final sobre vocalización y sus efectos.

Todo pasa por la modificación de la respiración y sus cambios, sus diferentes niveles, etc. Por ello es que en este tipo de meditación que implemento, que es muy simple, lo que importa es observar cómo se respira. Y eso es una oxigenación, nos permite una limpieza de la sangre, nos permite ingerir verdaderamente salud. A esto le falta un complemento: las irrigaciones o lavativas intestinales, llámelo como quiera.