Description
Después de unos minutos de charla con la chiquilla y con la madre, pidió permiso a la señora para hablar a solas con Rosa Amada. En la sala, él le indicó dónde debía sentarse, les esperaba una poltrona. Silva le dijo 4 veces “acércate más y atiéndeme cinco minutos” y como era la cuarta insistencia y cuando ella se disponía a acercarse se oyó una detonación. El poeta había muerto”.