Al fin y al cabo, realmente todo salió como lo esperábamos. Sí, teníamos esperanzas de un juegazo entre Alcaraz y Djokovic, pero no se dio. Parecía que Muchova consiguió romper un servicio crítico de Iga en el último set para robarle el juego, pero no se dio. En una edición del French Open donde las primeras rondas nos dieron juegos emocionantes y resultados inesperados, según los días fueron avanzando nos dimos cuenta de que realmente (y más aún del lado de hombres) el panorama no ha cambiado tanto. ¿Fue nuestra culpa pensar que veríamos algo distinto?