Description
«El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios»
(Romanos 8:16) ¿Alguna vez te ha sido difícil oír la voz de Dios? ¿Te has hallado atrapado en alguna situación confusa y necesitando consejo y aun después de orar y de leer la Palabra―aún no estás seguro de lo que Dios quiere que hagas?
Yo he tenido esa experiencia. Conocía la Palabra escrita de Dios y ponerla en prácticahabía cambiado mi vida. Pero, cuando se trataba de decisiones para las cuales no había una respuesta directa en la Palabra, no estaba segura de qué hacer. Por ejemplo, decisiones como: a cuál ciudad mudarse, y cosas por el estilo.
Lo que me guardó fue el conocimiento de que estaba haciendo lo correcto. La Palabra escrita de Dios y el testigo interno son dos cosas diferentes; nunca se contradicen, pero ambos son parte vital de nuestro caminar en el Señor.
Por ejemplo, Dios esperaba que Israel obedeciera Su Palabra escrita. Pero también les dijo: «Obedézcanme» (Jeremías 7:23; NVI), pues quería que conocieran Su voluntad en situaciones específicas. Eso sucedió cuando Israel conquistó Jericó: el pueblo obedeció la voz de Dios. De otra manera, ¿de dónde más hubieran obtenido ese plan de batalla tan extraño? No estaba en la ley de Moisés y a nadie jamás se le hubiera ocurrido que marchar siete días alrededor de la ciudad sería una gran estrategia militar.
Pero ¿cómo nos habla Dios? ¿Nos grita desde el cielo?
Por lo general, no. En Romanos 8 leemos que el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu. Eso significa que las instrucciones de Dios provienen desde adentro, no de afuera.
Es posible que cuando oigas la voz de Dios, te preguntes: “Señor ¿eres Tú o soy yo?”. Eso se debe a que Dios por lo general no impone de forma directa pensamientos en tu mente, sino que habla a tu espíritu, y éste convierte la voz de Dios en pensamientos.
Empieza hoy a prestar atención a ese testigo, al conocimiento, al consejo y a la voz apacible que sientes en tu interior.
Si al escucharla suena como tu voz, no te sorprendas. ¡Eres tú! ¡Es tu espíritu que está siendo influenciado por el Espíritu de Dios! Cuando naciste de nuevo, tu espíritu se convirtió en el mejor consejero, porque renació del Espíritu de Dios. Tienes Su naturaleza. Y el Espíritu Santo vive en tu espíritu para enseñarte y guiarte en la vida.
Lectura bíblica: Josué 6:1-20
© 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
«Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas»
(Marcos 11:25) Son pocos los creyentes que entienden bien la estrecha correlación entre la fe y el perdón. Jesús habló de esa relación en la...
Published 12/02/24
«Por tanto, es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que nos extraviemos»
(Hebreos 2:1) A todos nos ha sucedido. Ponemos un poco de la Palabra de Dios en nuestros cinturones espirituales. Obtenemos algunas victorias. Por primera vez en muchos años nos va muy...
Published 12/01/24