(Entrevista de Manuel Sollo). Hace años, Juan José Millás visitó el yacimiento prehistórico de Atapuerca. De ver a los abuelos, dijo que venía. Aquella experiencia le cambió la vida y pronto comenzó a elucubrar sobre un posible libro. Luego conoció al palentólogo Juan Luis Arsuaga, y le propuso levantar juntos un gran relato sobre la existencia. El resultado es “La vida contada por un sapiens a un neandertal”, que publica Alfaguara. Entre la divulgación, la crónica y los viajes, Millás narra su aventura de dos años en los que Arsuaga lo llevó a lugares tan dispares como la sierra de Guadarrama, el Museo del Prado, una cueva, un parque infantil, un colegio o un sex shop. Allí, el catedrático y codirector del equipo de investigación de Atapuerca explicaba al novelista cuestiones como los secretos de la evolución, las costumbres de los neandertales, la selección natural, el atractivo sexual, el papel de las mujeres en el Neolítico, el desarrollo del cerebro, arte rupestre o la posteridad. El relato también nos revela la construcción de una amistad entre dos personas que no tenía relación previa y que comparten conocimientos y sabiduría.