En el camino de la Cuaresma, en el que solicitamos la gracia de la conversión y el aprendizaje constante en el amor, la misericordia se presenta como itinerario para el cambio real y fundamental de la vida.
lavar los pies de los discipulos. ¡En Dios, bajar es tocar, servir y amar la vida! Jesús, bajando de la montaña, se encontró con un leproso que se arrodilló ante él para pedirle ayuda.