⏳ Desde tiempos antiguos, parece que el malo, impío, que abiertamente se ha rebelado contra Dios, prospera en su camino, aparentemente siempre le va bien, incluso maquina maldad contra los hijos de Dios que por la gracia divina perseveran en santidad y rectitud. Sin embargo, nada escapa de la soberanía del Dios Eterno. 📖 Dice el Salmo 37:1 “No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad”, continúa en el verso 7 “No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades”. ✍🏻 En otras palabras, el salmista nos exhorta a que nos quejemos, no nos agobiemos, ni perdamos la calma por causa del malo, al ver como aparentemente todo le va bien, porque su final es un final de destrucción, de muerte. 🙏🏻 Todo lo contrario, nos anima a confiar en el Señor; a encomendarnos a Él, para experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento; a deleitarnos en su presencia, en su Palabra, entonces encontraremos la plenitud de vida y la petición de nuestro corazón será hacer su voluntad. 🔥 David nos exhorta “apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre. Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; más la descendencia de los impíos será destruida” (v.27-28). 🐂 En relación a este Salmo, Spurgeon comenta, el buey que se apacienta en pastos verdes es el que está dispuesto para el matadero, más el que trilla, que padece las vicisitudes del trabajo duro, está dispuesto para largura de días. 🛐 Igual ocurre con los hijos de Dios, Él permite las dificultades para procesarnos, para parecernos más a Cristo mientras estamos aquí y llegamos a la vida eterna. Más el final del impío es la destrucción. 🙇🏻‍♀️ Conoce Dios a sus hijos, cada una de nuestras circunstancias, nada escapa de su soberanía, Él ordena nuestros pasos, nos sostiene para que no caigamos. Él es nuestra salvación. Suframos penalidades como buen soldado de Jesucristo, con la mirada puesta en Él, autor y consumador de la fe, descansando en la soberanía y cuidados divinos.