Cuando el espíritu de orfandad vive en nosotros, nos sentimos solos aunque estemos rodeados de gente y pertenezcamos a una iglesia; nos sentimos huérfanos porque pensamos que no necesitamos de nadie para ganar las batallas de la vida. DANTE GEBEL
Dios, nuestro Dios, se ocupará de las cosas ocultas, pero las cosas reveladas son asunto nuestro. Depende de nosotros y de nuestros hijos atender a todos los términos de esta Revelación. MSG Dt 29:29