La fe en el futuro glorioso es una de las promesas más alentadoras y esperanzadoras para los cristianos. Esta fe no se basa en una ilusión, sino en la certeza de que Dios tiene un plan perfecto y glorioso para sus hijos, un plan que trasciende nuestras circunstancias presentes y apunta hacia una eternidad en su presencia. Tu amigo Israel Meza, que Dios te bendiga siempre y recibe un fuerte abrazo.