En este nuevo episodio, hablamos de los tres roles clave que pasamos en nuestros negocios:Empleadas, Emprendedoras o EmpresariasAnalizamos cada uno de estos roles y podras descubrir:👉 ¿Estás donde realmente quieres estar?👉 ¿Es hora de llevar tu negocio al próximo nivel? Si te gusta lo que escuchas déjame una reseña así me entero.  Si no quieres perderte ningún episodio, suscríbete así te llegan apenas estén.  Si tienes ganas de seguir escuchando y aprendiendo, te espero en ⁠⁠⁠https://www.instagram.com/its.anigrau/⁠⁠⁠ Notas: En la clase de hoy, vamos a hablar sobre en qué nivel de negocio estamos: empleadas, emprendedoras o empresarias. Esto nos ayudará a entender si estamos donde queremos estar o si deseamos avanzar a otro nivel. Primero, aclaremos que no hay nada malo en ser empleada, emprendedora o empresaria. En el mundo digital, existe la creencia de que si no eres emprendedora, no vales, o que tener mentalidad de empleado es incorrecto. Pero hay personas que no desean ser emprendedoras, prefieren la seguridad de un empleo, un sueldo fijo y horarios establecidos, y eso está bien. Hay quienes disfrutan el riesgo y la adrenalina de emprender, mientras otros ven su emprendimiento como un hobby. También hay quienes no se conforman y siempre quieren más. Lo importante es ser sinceras con nosotras mismas y saber qué queremos lograr para evitar frustraciones. Ser empleada, emprendedora o empresaria no está mal; lo relevante es entender dónde estamos, qué queremos y respetar nuestras decisiones. Primero, vamos a definir cada rol. Como empleada, trabajamos siguiendo órdenes y cumpliendo metas a corto plazo. Al emprender, buscamos no depender de un jefe, pero a veces mantenemos una mentalidad de empleada, trabajando día a día sin una estrategia a largo plazo. Este rol es fundamental para aprender y dominar las tareas de nuestro negocio antes de delegar. Pasar de empleada a emprendedora implica empezar a ver más allá del día a día. Como emprendedoras, comenzamos a pensar en crecer, delegar tareas y crear sistemas para que el negocio sea escalable. Ya no hacemos todo nosotras mismas, sino que identificamos roles y tareas que se repiten y pueden ser delegadas. Empezamos a trabajar en una marca sólida y tenemos una visión más clara de nuestro negocio. Ser emprendedora significa tener una estrategia y empezar a posicionar nuestra marca en línea. Sin embargo, aunque ya tenemos esta visión, a veces nos falta tiempo para ejecutarla. Sabemos lo que hay que hacer, pero no lo hacemos por falta de tiempo. Es en este nivel donde muchas sienten que su negocio debería estar más avanzado, pero no logran los resultados esperados porque, aunque tienen la estrategia en mente, no la implementan completamente. Ahora, veamos el nivel de empresaria. Como empresaria, ya hemos delegado tareas, tenemos sistemas funcionando y nos enfocamos en el crecimiento estratégico del negocio. Pensamos en expandirnos, en cómo aumentar las ventas y en crear nuevas oportunidades de negocio. La mentalidad de empresaria se centra en la visión a largo plazo, en cómo llevar el negocio a un nivel superior. Para cada nivel, hay que ser conscientes de nuestras capacidades y limitaciones, y aceptar dónde estamos en nuestro camino. No hay nada de malo en estar en cualquier de estos niveles siempre y cuando estemos alineadas con nuestros objetivos y deseos. La clave es ser honestas con nosotras mismas y tomar las decisiones adecuadas para avanzar según nuestras metas y aspiraciones personales. En resumen, entender en qué nivel estamos y qué queremos lograr nos ayudará a tomar mejores decisiones y a evitar frustraciones. Si deseamos avanzar, es crucial trabajar en nuestra mentalidad, crear estrategias claras y estar dispuestas a delegar y sistematizar procesos para lograr un crecimiento sostenible y exitoso en nuestro negocio.