Tu Tiempo con el Número Uno. 4ª Temporada, 21 de noviembre. Ojalá fuera tan fácil. 1 Corintios 4:3 NVI: "Por mi parte, muy poco me preocupa que me juzguen ustedes o cualquier tribunal humano; es más, ni siquiera me juzgo a mí mismo." Como lo dice el título de este mensaje, "Ojalá fuera tan fácil", la verdad dejar que no nos preocupe lo que los demás digan de nosotros, no es una tarea fácil, y además de ello, no sigue siendo fácil que estemos en la palestra pública, a la vista de todos y bajo el escrutinio y la crítica de tanta gente; pero aquí no acaba el cuento, como lo dice el verso, ojalá fuera tan fácil hacer, aunque sea, dejar de juzgarnos a nosotros mismos, porque eso sí que es más frecuente, que aparte de lo que recibimos de afuera, terminamos completando la ecuación, como dicen por ahí, dándonos mucho palo. Lo que no sabemos es que el verso anterior a este dice: 1 Corintios 4:2 NVI. "Ahora bien, a los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de confianza." Y la verdad, parte del pago que debemos afrontar cuando hacemos tareas que significan visibilidad, es la de recibir críticas y juicios, todo el tiempo. Así que tranquilo, tranquila, es parte de la tarea que estás haciendo. Termina el verso diciendo: 1 Corintios 4:4 NTV. "Tengo la conciencia limpia, pero eso no demuestra que yo tenga razón. Es el Señor mismo quien me evaluará y tomará la decisión." Y la verdad, ¿qué importan las críticas, qué importan los juicios, si al final, como lo dice este verso, es Dios y solamente Él, quien evaluará cada una de las cosas que hayamos hecho en esta vida? Vamos a orar. Amado Dios, gracias por darme descanso de tanta crítica y presión, pues hoy puedo entender que no me debo juzgar ni siquiera tan duro como lo hago a mí mismo. Tú eres mi libertador, mi ayudador y quien me ayuda a hacer lo que hago, y eso me hace feliz y puedo descansar en ti. En el nombre de Jesús, amén.