En la guerra es preciso no ofrecer grieta. Es preciso envolver a los adversarios, presionarlos sin piedad sin clemencia por todas partes. Dominar su atención, bloquear su acceso al mundo, a los aliados.
El terror es el medio supremo para paralizar el deseo de resistencia de las personas y destruir su capacidad de planear una respuesta estratégica. Se produce con esporádicos actos de violencia que producen una constante sensación de amenaza.
Todo intento por rendir a la gente a tu voluntad es una forma de agresión. La forma de agresión más eficaz es la más oculta: la agresividad detrás de un exterior dócil y hasta amable. Para seguir la estrategia agresivo-pasiva debes simular congeniar con la gente, sin ofrecer resistencia.