En 2015 llegaron a Europa más de un millón de refugiados. Ante el fracaso de las políticas migratorias europeas, miles de personas se encuentran estancadas en Grecia, una de las principales vías de entrada. Pese a que las ONGs se hacen cargo de sus necesidades básicas, estas personas se enfrentan a una dura lucha psicológica, en la que su única arma es el conocimiento. Un reportaje de Yaiza Martín desde la ciudad griega de Ioannina. Ante la llegada masiva de inmigrantes a tierras griegas e italianas, la Unión Europea puso en marcha un plan de reubicación en los países miembros mediante un sistema de cuotas que fracasó. El resultado de esa política fallida es que muchos refugiados se encuentran aún en Grecia a la espera de obtener o solicitar el asilo, recibir una protección temporal o la reunificación familiar. La situación les ha obligado a esperar más tiempo de lo previsto, mientras el tiempo se agota y sus vidas se consumen. Muchos de estos refugiados son afganos ya que no son prioritarios para obtener el asilo debido a que el conflicto de su país no es reconocido internacionalmente como es el caso de la guerra en Siria. Algunos viven en campos de refugiados repartidos por toda Grecia. Uno de ellos es el de Katsikas, donde las condiciones de vida han mejorado notablemente. Pero más allá de las necesidades básicas, aún quedan por satisfacer las necesidades psicológicas. El campo de Katsikas se encuentra a escasos kilómetros de Ioannina, una ciudad en el noroeste del país que comparte un pasado bizantino y otomano. Allí se encuentra AMAL, un centro de formación que ofrece diferentes cursos y actividades para los refugiados. Para los refugiados es vital mantenerse ocupados, y en eso Habibi Works son los expertos. Este proyecto, creado por la ONG alemana Soup & Socks, ofrece una serie de talleres y actividades. Situado enfrente del campo de refugiados de Katsikas, aquí los refugiados construyen sus muebles, cosen, pintan o tocan la guitarra, pero sobre todo, crean una gran comunidad y se llena de esperanza y conocimiento para poder labrarse un futuro. Entrevistados: Ira, fundadora del proyecto AMAL Angeliki, profesora en AMAL Patricia, profesora (online) en AMAL Mimi, coordinadora en Habibi Works Samer, refugiado afgano Jordi, refugiado congoleño Jadi, refugiado sirio