En enero de 2006, un psiquiatra de Nueva York escuchó por primera vez sobre un enigmático hombre que aparecía recurrentemente en los sueños de sus pacientes. A medida que más personas afirmaban haber soñado con este individuo de calva incipiente, cejas gruesas y labios finos, se desencadenó un fenómeno inexplicable. Los profesionales médicos crearon un registro para rastrear las apariciones, que alcanzaron a casi dos mil personas. Este misterioso hombre desafió explicaciones, dando lugar a teorías conspirativas y a una fascinante exploración de la "conciencia común".