Gracias, España. Me habéis salvado de un despido fulminante y he conseguido volver a presentar este pequeño gran programa, os amo.

Tras colarme en la rueda de prensa de “Ni que fuéramos Shhh” y entregarle mi currículum a todos sus colaboradores, conseguí que Víctor Sandoval se apiadase de mí y viniese al episodio final de la temporada (y quién sabe si del podcast en general). ¿Le faltará tanta calle como a mí?