Imaginación, una palabra bella que pocos integran a su vida. Una palabra que forma parte de la esencia del conocimiento y lo expande hasta el infinito. Creo que se puede lograr más estar sentado de bajo de un árbol e imaginar, que hacer lo que hemos estado haciendo. Imaginar es buscar el conocimiento de la realidad que nuestros 5 sentidos no pueden proporcionarnos, es visualizar aquello que no podemos presenciar de forma directa. Imaginar es descubrir nuevas relaciones de cómo algo está conectado con todo. Como en cualquier circunstancia, cuando la observamos por un buen tiempo nos empezamos a familiarizar y poco a poco, literalmente podemos ver otras cosas que antes no podíamos y cada vez lo entendemos mejor hasta hacerlo nuestro, pero entre más buseamos en el universo más se expande nuestro objeto de estudio. Un instante de buena imaginación no superficial puede hacer realidad un nuevo proceso que hubiese durado la eternidad por ser descubierto.