La Biblia enseña que la dignidad humana se basa en la creación del ser humano a imagen y semejanza de Dios, y en la redención de la humanidad por Cristo. La dignidad humana se fundamenta en la filiación divina, y por lo tanto, se une al principio de igualdad. La Biblia enseña que: Cada persona tiene un valor infinito a los ojos de Dios. La dignidad humana es la base de una visión moral para la sociedad. La vida humana es sagrada. Todos tenemos valor sin importar nuestras capacidades o estatus en esta vida. Cada una de nuestras vidas es sagrada. La Biblia enseña la igualdad del varón y la mujer.