Qué mejor forma de celebrar el gran premio número 1000 del Mundial de MotoGP que con el regreso de Marc Márquez en Le Mans, donde se congregaron más aficionados que nunca para asistir a un evento único, por tradición y por lo que pasó en pista.  En esta entrega del podcast MotoGP 'Por Orejas' de MotorsportNetwork, Izaskun Ruiz, enviada especial de Dazn a los grandes premios, se anima a debatir junto a Uri Puigdemont y Alberto Gómez sobre todos los acontecimientos que se fueron dando el pasado fin de semana en el mítico trazado francés. Al igual que ha pasado en ocasiones anteriores, el regreso a la competición de Márquez tuvo un efecto agitador en el resto de la parrilla, circunstancia que tuvo su impacto ya desde el viernes. La intensidad fue en aumento, tanto en la cronometrada como en la sprint, dominada a golpe de Martillo por Jorge Martín; como en la carrera convencional, en la que Marco Bezzecchi certificó el ritmo que ya dejó entrever desde el viernes, con su segunda victoria en la categoría de las motos pesadas. La prueba, además, pone todavía más en relieve la superioridad de las Ducati, que coparon cinco de las seis posiciones de podio que se pusieron en juego.  También en lo deportivo, y volviendo a Honda, también vale la pena destacar el pasito adelante que parece haber dado la RC213V gracias al nuevo chasis, suministrado por Kalex, aunque esa mejora se materializara únicamente en la figura de Márquez. Por lo demás, la tensión que se ha instalado en la parrilla desde la introducción del nuevo formato no parece bajar de intensidad, muy probablemente por culpa de la falta de criterio de los miembros del panel de comisarios de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), liderado por Freddie Spencer. El ex campeón del mundo norteamericano se reunió el viernes con los pilotos para tratar de limar asperezas y entablar un diálogo que sirva para que el campeonato deje atrás el fangar de quejas y reclamaciones en el que se ha instalado.  Sin embargo, los cruces dialécticos y los dardos envenenados de unos a otros corredores parecen demostrar que aún hay mucho trabajo por delante.