“Trabajo en una oficina en la que no se reciben clientes y eso era lo que yo utilizaba como excusa para no vestirme y arreglarme profesionalmente. Utilizaba la ropa más cómoda que encontrara y muchas veces ni siquiera me peinaba. Dejé de orar seguido, me culpaba de las cosas que salían mal y por ende, le di permiso a la depresión a entrar. Durante el periodo de lock down fue mucho más difícil. Pero realicé que me había alejado de Dios y comencé a trabajar con eso. Cuando regresé al trabajo este mes, fui con vestimenta apropiada y arreglada. Definitivamente influye mucho en nuestra actitud y en lo que proyectamos hacia los compañeros de trabajo y los jefes.”
JessieKruhigger via Apple Podcasts ·
United States of America ·
07/22/20