Hoy vamos a hablar de mujeres; de auténticas heroínas de la cultura humana, de mujeres que se arrojaron por la borda hacia el abismo para tratar de encontrar respuestas poéticas y filosóficas a cuestiones fundamentales de la existencia, desde una perspectiva absolutamente innovadora y femenina; y además teniendo en cuenta que lo hicieron en una época en la cual dedicarse al oficio de escribir era un territorio vedado para la mayoría de las mujeres y muy pocas podían dedicarse al arte o a la ciencia, y solo luchando para tener una habitación propia, como decía una de las mujeres de la que vamos a hablar, podrían conseguirlo. Hoy vamos a saldar una deuda pendiente comenzando una serie de programas sobre todas estas mujeres que consagraron su vida al arte y dándoles no solo el espacio que se merecen si no mucho más que eso, hoy vamos a honrar la vida de todas aquellas mujeres que se lanzaron al abismo del arte, la mayoría sin obtener los reconocimientos que se merecían, que además de tener que abordar los inciertos territorios de la poesía y de la filosofía, tenían, a su vez, que luchar por sus derechos fundamentales, porque vivían en una sociedad que no se atrevía a otorgárselos por miedo a que pudieran ser simplemente libres. Y para ayudarnos a honrar a todas estas escritoras, que mejor que traer a una poeta al programa, como es la poetisa Valentina Marchant, con la que debatiremos acerca no solo de estas escritoras y de lo que significa y significó dedicarse a la poesía para una mujer, sino que también hablaremos con ella de su último poemario “El Reverso del Agua”. También tendremos en primicia para este programa la música de una de las cantautoras más interesantes del panorama británico actual, la londinense Gabi Garbutt. Así que ya podemos encender las velas, calentar el agua para nuestro té, llenar nuestras tazas de café y disponernos a sumergirnos en las palabras de estas tres mujeres que cruzaron y cruzan las líneas de la cordura para traernos verdades eternas que queden fijadas para siempre en nuestras almas; mujeres que sacrificaron su bienestar para hurgar en las profundidades de los deshechos humanos para traducirlo en belleza y grandeza, que nos indicaron los distintos colores que la mujer da a cada día de nuestra existencia sin las que ninguno estaríamos aquí y con las que tenemos una deuda perpetua. Hoy hablamos de Virginia Woolf, María Zambrano y Louise Glück.