Hoy vamos a hablar de inmigración. Y es que el hecho de que estemos nosotros aquí hoy, fue producto de la primera gran diáspora humana hace unos 200.000 años, cuando los homo sapiens salieron de África para desplazarse por todo el planeta. Así que podemos decir que todos somos hijos de la inmigración, y por lo tanto, a todos nos conciernen los flujos humanos, se den donde se den, y especialmente los que se dirigen a nuestro lugar de residencia porque también es nuestra responsabilidad como sean acogidas las personas que se ven obligados a abandonar su lugar de origen. Porque la mayoría de las veces no se quieren ir, no quieren venir aquí a quitarnos el trabajo, ni a molestarnos; como a nosotros, les gustaría estar en su entorno, en su cultura, con sus familiares y amigos, no venir aquí a nuestro paraíso perdido en busca de un sueño totalmente efímero. Y para hablarnos de esta cuestión tenemos en el estudio de Nadie al Volante Records a Rosa Pérez Pérez, una mujer que a diario se bate el cobre para trabajar en mejorar la acogida de los inmigrantes en el País Vasco, y que anteriormente fue abogada de SOS Racismo en Barcelona. Una amiga, una hermana, con la que hemos debatido apasionadamente de miles de cuestiones y con la que he aprendido millones de cosas y que hoy tengo el privilegio de tenerla junto a mí para volver a charlar como nos gusta hacer aquí en Radio Nadie al Volante. Así que hoy vamos a tratar de ponernos en la piel curtida de los que se han tenido que agarrar a la parte baja de un camión para cruzar una frontera, o subirse a una barca medio destartalada jugándose la vida mar adentro, tras haber dejado atrás todo lo que amaba y todo lo que le era familiar. Hoy le damos la mano al que se ha tenido que despedir de quien había sido hasta entonces para emprender un camino incierto. Hablamos de inmigración.