Dia 32 Preparación para la Consagración a María
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Dia 32 Preparación Consagración a María Oración a María Oh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día. Invocación al Espíritu Santo Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios. Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios. Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén. San Juan Pablo II Tres palabras resumen lo que aprendimos de San Juan Pablo II: (1) Madre, (2) “Entrega-ción” y (3) Misericordia. Reflexionemos sobre cada una. MADRE La enseñanza de San Juan Pablo sobre la consagración mariana no sólo lleva consigo la autoridad papal sino también el peso autoritativo de un Concilio Ecuménico, porque repite y profundiza la enseñanza del Concilio Vaticano II sobre María. Por tanto, su enseñanza realmente constituye la mente y el corazón de la Iglesia actual y debemos prestarle especial atención. Entonces ¿qué nos dicen la mente y el corazón de la Iglesia sobre María? Nos señala la mediación maternal de María. Dice que ella es nuestra madre en el orden de la gracia. Proclama la Buena Nueva de que Dios nos ha regalado una madre espiritual que, piadosa, atiende tiernamente nuestro crecimiento en gracia y santidad. Esta nueva maternidad de María en la vida de la Iglesia, en la vida de cada uno de nosotros, es el ambiente permanente, reconfortante y hermoso, que envuelve todo lo que hemos dicho sobre la consagración mariana — o lo que San Juan Pablo a menudo llama la “entrega”. ENTREGA-CIÓN Viendo a María al pie de la Cruz junto a su querido discípulo Juan, Jesús dijo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego, a Juan: “Ahí tienes a tu madre” (Jn. 19:26-27). Estas palabras resumen lo que hemos tratado en la última sección, que María es nuestra madre espiritual. Pero después leemos el siguiente versículo: “Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa”. Aquí está lo esencial de nuestra respuesta a Jesús que nos encomienda a María como madre: nosotros debemos entregarnos a ella recibiéndola “en nuestras casas”. En otras palabras, debemos recibirla en nuestra vida interior, en todo lo que nos importa. Debemos permitir que entre en nuestras alegrías y penas, esperanzas y miedos, planes y actividades. Cuando dejamos entrar a María en nuestras vidas, cuando nos encomendamos a su cuidado, ella intercede por nosotros, nos consuela y nos da valor y fortaleza para unirnos aún más a la propia consagración de Jesús para la vida del mundo. En otras palabras, ella nos lleva a la Cruz de Jesús, la cual es el sentido último de la auto-consagración de Jesús, y nos inspira a dedicarnos a la salvación del mundo, para aceptar nuestra parte en la obra de la redención. Al cargar nuestra cruz, viviendo insertos en la consagración misma de Cristo, es posible que lleguemos a sentirnos espiritualmente sedientos, desolados y cansados. Allí es cuando María nos lleva al costado traspasado de Cristo, a la Fuente de Misericordia, donde encontramos un manantial incesante de fuerza y santidad. Así, de acuerdo al pensamiento de San Juan Pablo, la confiada entrega a María conduce a nuestra consagración a Cristo. En otras palabras, podría decirse que se trata de un movimiento de “entrega-ción”. MISERICORDIA A fin de cuentas, la consagración mariana nos conduce a la Divina Misericordia. Los actos de consagración al Inmaculado Corazón de María conducen a los actos de confianza en el Corazón Misericordioso de Jesús. Vemos esto en la...
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Published 02/12/21
Oración al comenzar Por la Señal de la Santa Cruz Oración Expiraste, Jesús; pero la fuente de vida brotó para las almas, y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. ¡Oh, fuente de vida, insondable misericordia divina!, abarca el mundo entero y derrámate sobre nosotros. Luego, se...
Published 02/12/21
Published 02/12/21