Parece que el Gobierno se ha sacado de la manga una nueva subida de impuestos, que quiere que pase desapercibida. A través de modificaciones del PIB, con el enorme trabajo de cocina del INE de Manzanera, están maquillando las cifras para que los impuestos no parezcan tan altos como realmente son. Según los últimos datos, el impacto fiscal podría superar los 60.000 millones de euros de aquí a 2025, y los impuestos podrían representar más del 45% del PIB. ¿El objetivo final? Hacer que trabajemos más para que el Estado recaude más. Encaminados hacia un sistema donde gran parte de nuestro esfuerzo laboral se destina a pagar impuestos. Esto plantea la gran pregunta: ¿podrá la gente seguir aguantando este ritmo o acabará por explotar la economía? No es la primera vez que nos la intentan colar de esta manera, pero lo cierto es que cada vez queda más claro que trabajamos más para pagar al Estado que para nosotros mismos.