El ministro de agricultura Limber Cruz anunció ayer que el gobierno creó una comisión de alto Nivel para resolver la crisis en el sector agropecuario creada por la falta de mano de obra haitiana a raiz de la política de deportar 10 mil haitianos por mes. Los sectores agropecuarios han estado llamando la atención del presidente y sus ministros pero aunque para la mayoría es un problema solo para el café es un punto de quiebre. Poca gente ha visto la hermosa flor de café porque apenas dura unos días. El café maduro en la mata dura un par de semanas y no tiene punto intermedio no se puede recoger antes ni después. Verde es de mala calidad y cuando cae es igual. La mayoría de la población toma café y no conoce sobre la producción y procesamiento y no tiene porqué saberlo, pero en el gobierno alguien debe dar una clasecita. Ayer les dije que la ultima crisis del café empezó en el 2010 cuando el gobierno de Leonel ignoró la enfermedad identificada inicialmente en Chene, Barahona. La crisis acabó con lo que quedaba del café tipico y el país bajó a una producción mínima aunque las estadísticas oficiales se negaran a reconocerle. Al gobierno de Danilo Medina hay que reconocerle un esfuerzo desordenado y politizado para recuperar el café pero esfuerzo al fin y al cabo. Ahora que productores medianos y pequeños exhiben una pequeña recuperación producto de la introducción de nuevas variedades resistentes a las enfermedades, el café está en la mata y le quedan dos semanas para ser recogido. Con la agricultura no se inventa, el trabajo en el campo es especializado, el trabajador del tomate y la cebolla no es el trabajador del café. Limber y Abinader tienen dos semanas para salvar o enterrar la cosecha de café y de paso para decidir qué pasará con la de cacao que viene por ahí. Costa Rica que tiene más profesionales educados que RD y menos gente en la zona rural pudo resolver el problema de los trabajadores migrantes, el gobierno dominicano prefiere cerrar los ojos. Ojalá que el sueño no le dure mucho. Tenemos fincas que preparan su primera cosecha en diez años si no pueden recogerla, nadie volverá a sembrar café.