Si cualquiera de nosotros entra a un depósito donde se guarda lo que fuere y sin ser nuestro  nos lo llevamos a casa o lo vendemos seremos calificados como ladrones. Y no es una calificación, la definición más simple para quien se apropia de lo que no es suyo es ladrón. Una nota de la policía nacional publicada ayer asume que lo que funciona y es válido para todo el mundo no aplica para corones y otros oficiales de la policía. Quien redactó la nota se ocupó de que a los oficiales involucrados en el robo de municiones no le dijeran ladrones porque la nota muy eufemísticamente dice : “Oficiales superiores y subalternos fueron suspendido y permanecen bajo investigación acusados de integrar una red delictiva que operaba al interior de la Policía Nacional, la cual se dedicaba a la extracción irregular de municiones desde los depósitos de la institución” La extracción irregular de lo que fuere es un robo y quien lo acomete un ladronazo o ladronazaso. Ayer les dije que la práctica de vender bienes de la policía viene de la época de Belisario Peguero que es lo mismo que decir desde siempre. Era la época de los salarios deprimidos y de las mil y una excusas para tolerar la corrupción en el uniforme. Esa época pasó. Más allá de que el gobierno de Abinader acometa una reforma de la uniformada que a mi me parece casi imposible el liderazgo de la policía tiene que entender que el tiempo cambió a pesar de nosotros mismos. Si un policía roba es ladrón y si un coronel roba es un ladronazo como cualquier ciudadano. Todavía la mayoría de los policías no saben que son civiles con uniforme igual que los bomberos, los rangos militares que no se han podido eliminar y el culto al rango deben pasar a la historia si es que de verdad se quiere que el asunto policía avance.