Agradecer parece un acto mínimo y fútil, pero es en realidad un reflejo de tu capacidad de merecer lo que tenés y de visualizar lo que ya no querés tener. Agradecer es conectar con el presente de forma empoderante.
Un mensajito mantra para que lo escuches las veces que haga falta cuando sientas que situaciones mentales que te superan se resuelven de forma mental y que de su resolución depende tu tranquilidad.