Description
Todos queremos participar del festín, pocos queremos quedarnos hasta el final a lavar la vajilla. El buen lugar nos hace soñar con barrigas de acero que comen y beben siempre, que siempre ríen porque aún hay hambre y comida a juego. El buen lugar nos lleva a ver el Sol despuntando el alba con ojos de malicia ante su impertinencia, pues queremos que el banquete se prolongue. La realidad es dionisíaca, el deseo apolineo.