Description
La mejor manera de aniquilar lo fantástico es someterlo a la cotidiano. Esto ha sucedido con los espejos, originalmente considerados mágicos, ventanas a una realidad alternativa, que bajo la presión implacable de los días fueron dejando de lado su esencia sobrenatural para convertirse en meras herramientas de coquetería.
No obstante, el horror ante los reflejos sigue allí, como un recuerdo inmemorial que todavía siente a los espejos como portales a una identidad diferente, y acaso siniestra.