Description
El Salmo 103 nos provee muchas razones para alabar a Dios. Comenzando por un llamado personal a alabar (1-5), David llama también a una alabanza corporativa (6–18) y, por último, a una alabanza universal (19–22). El salmo comienza y termina de la misma manera: "Bendice, alma mía, a Jehová.". Alabemos al Señor!