Obediencia de José y su Rol como Padre: En Mateo 1, se presenta la genealogía de Jesús, destacando su linaje davídico, lo que es crucial para la identidad mesiánica de Jesús. La obediencia de José se revela cuando, tras descubrir que María está embarazada, decide no exponerla a vergüenza pública y opta por un divorcio silencioso. Sin embargo, un ángel le revela en un sueño que el niño es concebido por el Espíritu Santo y le instruye a tomar a María como su esposa, lo cual José hace obedientemente. Este acto muestra no solo su obediencia a Dios, sino también su rol protector y responsable como padre adoptivo de Jesús, destacando la importancia de la figura paterna en la narrativa bíblica. Envidia de Herodes y su Destrucción: En Mateo 2, los magos del oriente visitan a Herodes para preguntar sobre el "Rey de los Judíos" que ha nacido. Herodes, lleno de envidia y miedo por la amenaza a su poder, engaña a los magos para que le informen sobre el paradero del niño. Al no regresar los magos, Herodes ordena la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén, un evento conocido como la Masacre de los Inocentes. Este episodio refleja la naturaleza destructiva de la envidia y el temor, y cómo estas emociones pueden llevar a acciones atroces. Humildad de Juan el Bautista: En Mateo 3, Juan el Bautista aparece como un predicador en el desierto de Judea, llamando a la gente al arrepentimiento y bautizando. A pesar de su papel crucial en la preparación del camino para Jesús, Juan se muestra sumamente humilde, reconociendo su inferioridad ante Jesús y afirmando que no es digno ni de llevar sus sandalias. La humildad de Juan contrasta fuertemente con la arrogancia y envidia de Herodes, y sirve como un ejemplo de verdadera rectitud y devoción a Dios.