Rebeca obedeció a Dios sin tardanza, estuvo presta a decir “sí” a la voluntad de Dios. De ella también aprendimos que como mujeres debemos cuidar el pozo que Dios nos ha confiado y que a través del Espíritu Santo siempre podemos dar más de nosotras dondequiera que el Señor nos plante.

Este mes las Anas de la Biblia a través de nuestra Pastora Ana en Adornaté enseñaron a todas las mujeres que:Negarse en sentirse como en casa en la Casa de Dios. Por ende, negarse es buscar en el lugar correcto por lo que significa para Dios, no para las personas, no para las emociones ni para la tendencia de la época.Las Anas de la Biblia habitaron el templo de Dios, se deleitaban en él. Edificaron una vida de amor a Dios sirviendo Su Casa.