Son muchas las causas que nos provocan el enfado, un sentimiento negativo que utilizamos con determinados propósitos. Sin embargo, pocos saben que el sentimiento del enfado puede llegar a ser una poderosa herramienta del autodescubrimiento de modo que, en lugar de culpar al exterior o a uno mismo, extraemos del enfado la información necesaria sobre nuestras heridas interiores y, por ende, para curarlas.