(Entrevista de Manuel Sollo). Que el mal acecha no es ningún misterio; tampoco, la atracción, real o literaria, por los malos. Tal vez por eso, a veces, sorprende un relato iluminador sobre la bondad. Lo ha creado Ana Merino en "El mapa de los afectos" (Destino), su primera novela, que obtuvo el Premio Nadal 2020. La trama se extiende durante quince años, de 2004 a 2019, para profundizar en las edades de la vida y las realidades cotidianas. El protagonista es la comunidad de un pequeño pueblo del Medio Oeste norteamericano, su vida al ritmo pausado de una naturaleza salvaje, sus dolorosos secretos, la violencia impune, la desigualdad, la guerra y el dolor. Un abismo existencial del que sólo salvan la entereza, el compromiso y el amor. Son una veinte de personajes que buscan el sentido en la pulsión del bien. A través de ellos, la autora posa una mirada lúcida sobre pequeñas historias femeninas y feministas, la militarización de la sociedad, la vejez, la religión, el medio ambiente o la inmigración. Madrileña de 1971, Merino vive en Estados Unidos desde hace 24 años. Es catedrática en escritura creativa en español y estudios culturales en la Universidad de Iowa, donde fundó y dirigió el MFA de Escritura Creativa en Español.