(Entrevista de Manuel Sollo). Estamos ante un libro de difícil definición. Puede ser un concienzudo estudio sobre la fotografía, pero el autor rechaza que se le califique de ensayo. Puede ser una crónica personal, pero evita considerarlo un alud de confesiones. Y ambas cosas, y muchas más, se amalgaman en esta obra de Ricky Dávila, “Tratactus Logico-Photographicus. La fotgrafía explicada a los atunes” (Galaxia Gutenberg). Reconoce el autor que en estos momentos la pasión literaria está por encima de la fotografía, a la que se dedica con éxito desde hace más de tres décadas. Y así ovilla un relato sobre sus vivencias cotidianas salteado con un amplísimo bagaje de lecturas: Proust, Montaigne, Baroja, Cioran, Schopenhauer… Pero también con apariciones estelares de fotógrafos pioneros, Houdini, la asistenta Eloísa o Bob Esponja. Y entre medias, reflexiones sobre el tiempo y la luz, la realidad y el arte, la objetividad y la manipulación, la calidad y la autoría, el compromiso y el yo. Y siempre a mano Remo Vilado, el arte ego de sus Cuadernos y del que conocemos su origen en este volumen. Dávila nació en 1964 en Bilbao, donde reside y dirige el Centro de Fotografía Contemporánea. Ha firmado una veintena de exposiciones individuales y media docena de libros.