Quetzal Todo el tiempo digo que México no puede esperar a que todos maduremos y estemos “estables “ para poner una fundación. El mundo necesita con urgencia manos y corazones jóvenes que quieran ayudar, almas creativas y fuertes que sirvan y que se entreguen al otro, chavos que desde ya, pongan sus talentos al servicio de los demás. Arath y Pedro me confirman que los jóvenes son la verdadera esperanza de este país, ellos me recuerdan que si todos ponemos lo hacemos y tenemos para ayudar a aquellos que se han quedado atrás, entonces un día, viviremos en un mundo mucho más parejo y justo. Arath y Pedro encontraron su causa y su lucha siendo solo unos chavos de prepa. Ellos, a muy temprana edad, entendieron que en este mundo no puedes avanzar si no tienes una computadora, entendieron que sin ella, no hay manera de estudiar, no hay manera de emprender … sin una computadora las oportunidades se reducen y la brecha de desigualdad se hace más grande. Con CERO conocimiento sobre cómo arreglar o darle mantenimiento a computadoras, decidieron entrarle a un proyecto para arreglar , limpiar y equipar computadoras que parece que ya no sirven, para entregárselas a jóvenes que no tienen acceso a una. Ambos me abren su corazón y me cuentan, en este episodio, cómo ha sido su caminar en el servicio, sus errores y aciertos, pero sobre todo, me comparten su gran sueño: que todas y cada una de las familias en México puedan tener una computadora.