Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David
[email protected]ía una vez Un Emperador que cansado de tanta riqueza y lujo decidio a salir a caminar por el pueblo que estaba en las afueras de su grande y majestuoso palacio. Era una linda mañana y debido a sus múltiples ocupaciones el rey no había visto el sol directamente desde hacia varios días. Así que llamo a su guardia y les dio la orden de que lo acompañaran. Con gran algarabía la guardia iba ade...