6. Cómo detectar si eres un padre o una madre tóxica
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Hoy quiero hacerte reflexionar sobre un tema o término que se utiliza mucho, el de papá o mamá tóxica, cómo detectar si eres uno de ellos, cómo afecta esto a tus hijos y el primer paso que deberías dar para dejar de actuar de forma tóxica con tus hijos.
Este comportamiento no sano en muchas ocasiones viene determinado por la infancia que has tenido, por como te han tratado, por las creencias y experiencias que has ido adquiriendo a lo largo de tu vida y un etc. más. Saber cómo nos afectan todas estas circunstancias es un tema muy profundo que nos ayuda a cambiar muchas actitudes en nuestra vida y a tener una mejor relación con nosotros mismos, con nuestros hijos, pareja, ex pareja, padres, en definitiva con todas las personas que nos rodean.
Ahora juntos vamos a reflexionar sobre algunos temas que seguro que te van a ayudar a ser más consciente para ser mejor padre o madre y mejorar la relación con tus hijos.
¿Qué significa ser padres tóxicos?
El término padres tóxicos lo define, por primera vez, Susan Forwad en su libro Padres que odian (Toxic Parents). Son aquellos, que por diferentes razones, causan sufrimiento a sus hijos a través de la manipulación, el maltrato, las demandas, desde la infancia hasta la adultez.
Cuando hablamos de padres tóxicos puede ser un padre o una madre o ambos progenitores.
Estos progenitores causan en sus hijos un sufrimiento innecesario, manipulan, maltratan, dominan, abusan y buscan que sus hijos hagan lo que ellos quieran y no les deja ser.
El dejar ser es una parte muy importante para el crecimiento y desarrollo de los hijos, ya que está relacionado con su identidad, su personalidad, sus necesidades y sus gustos. A veces se confunde el dejar ser con el que no tengan límites o que hagan lo que quieran y es todo lo contrario. Cuando más les dejas ser, más respetarán los límites que les pongas ya que tendrán mayor conexión contigo.
¿Cómo saber si eres un padre o una madre tóxica?
Parto de la base que la mayoría de progenitores como padre o madre queremos lo mejor para nuestros hijos. A veces los padres y madres no somos conscientes, no nos damos cuenta y no sabemos las consecuencias que tienen nuestros comportamientos y cómo repercute en la seguridad, el autoconcepto, la autoestima, en definitiva, en la salud mental y en la forma de relacionarse de nuestros hijos.
Muchas veces con la mejor de las intenciones, debido a nuestros miedos, inseguridades, falta de autocontrol y de conocimiento con el objetivo de ayudar y educar a nuestros hijos, de forma consciente o inconsciente tenemos actitudes dañinas hacia ellos.
A continuación, te voy a comentar algunas de esas actitudes:
• Sobreproteger:
Debido a tus miedos e inseguridades para que tus hijos no sufran no permites que se equivoquen, que tomen sus propias decisiones. Por ejemplo, no les dejas salir con los amigos, estas constantemente supervisando lo que es su responsabilidad para que no se olviden como tienen que comportarse y lo que tienen que hacer.
• Manipular:
Chantajeas o manipulas de forma consciente o inconsciente las emociones y las convicciones de tus hijos para conseguir tus objetivos. Por ejemplo, si sale con los amigos le dices que te va a dejar sola en casa, que te a va dar un gran disgusto si suspende.
• Despreciar:
Afecta directamente al autoconcepto y a la autoestima de tus hijos. Hace que no se sientan valorados. Esta actitud está bastante normalizada en el día a día, sobre todo cuando tus hijos no actúan como tú quieres. Por ejemplo, decirle que es tonto, que es un vago, que va a ser un fracasado, compararlo con otros niños.
• Entrometerse:
Estas constantemente pendiente de lo que hacen tus hijos, no les dejas tener su espacio de privacidad. Por ejemplo, controlas lo que dicen y hacen constantemente con los amigos y con las personas que se relacionan, opinas constantemente sobre las decisiones que toma, supervisas todas sus decisiones, respondes por ellos cuando se les pregu