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En el podcast pasado, en KIAFRA te compartimos los motivos perfectos por los cuales rentar no es una mala idea. En esta ocasión, te queremos mostrar algunas ventajas y desventajas que creemos son importantes y debes considerar a la hora de rentar un inmueble.
Empecemos con las ventajas que trae el rentar un bien raíz:
No es necesario desembolsar una gran cantidad de dinero en el pago inicial. Normalmente, solo se necesita dar el primer mes de la renta más un mes de depósito en garantía. Este depósito, muchas veces se regresa al final del plazo estipulado de la renta, a menos que se use para arreglar ciertos detalles generados por el mal uso del inmueble al finalizar el contrato.
Existe una gran variedad de precios de renta que se ajustan a tu bolsillo y a las características que estás buscando en un inmueble. Por ejemplo, puedes habitar en zonas más privilegiadas por un costo menor.
Los contratos de arrendamiento normalmente son por un año, con posibilidad de extenderse el plazo por acuerdo mutuo de ambas partes. Por lo mismo, al no ser un contrato de largo plazo, te da la flexibilidad de cambiarte si algo no te agrada o simplemente si deseas buscar una nueva opción.
No es necesario hacer tanto papeleo ni trámites para poder habitar tu nuevo hogar.
En muchas ocasiones, los gastos de mantenimiento están incluidos en el monto mensual de la renta.
En algunos casos, puedes llegar al acuerdo con el propietario de que, al finalizar el plazo de la renta, se tenga la opción de comprar el bien inmueble.
Como podrás ver, existen varias ventajas en rentar un inmueble. Sin embargo, a continuación, te enlistaremos algunas cosas que también debes tomar en cuenta para que estés seguro de que la opción de rentar es para ti:
La propiedad no es tuya, por lo que si deseas hacer algún cambio al inmueble, siempre necesitarás consultarlo antes con el dueño de la casa. Además, cualquier desembolso que hagas para mejorar o reparar el inmueble, en lugar de ser una inversión, se convertirá en un gasto para ti.
El monto de las mensualidades podrán aumentar por el incremento de la inflación que existe año tras año. Haciendo que tu presupuesto se pueda ver afectado.
Si por algún motivo requieres mudarte antes de que termine el contrato, puede existir alguna penalización.
Al término del contrato de arrendamiento, el dueño podrá decidir no querer renovar el contrato, por lo que tendrás que desocupar el inmueble y buscar otra propiedad.
Todos los puntos que planteamos anteriormente son temas que tienes que analizar para saber si lo que realmente quieres es rentar un inmueble, o si el comprarlo es una mejor opción para ti. Cualquiera de las dos situaciones será buena, siempre y cuando vayan de la mano con los objetivos que tengas en mente para tu futuro.
En caso que sientas que comprar es una mejor opción para ti, pero no tienes el capital suficiente para el enganche, te invito a que leas nuestra publicación Tips Cómo Ahorrar para Comprar un Inmueble, y que explores la oferta inmobiliaria que KIAFRA tiene exclusivamente para ti.