Description
Cuando el fiel cristiano entrega su último aliento, la tristeza se transforma en paz profunda, la sombra del luto cede paso a una esperanza viva, la gratitud eleva el llanto y la victoria triunfa sobre el fallecimiento. Pues morir en Cristo no es derrota ni fracaso; La TUMBA será reposo, alivio, victoria, ganancia y acceso al paraíso para quien hizo de Cristo su todo en todo.
¿Qué es la TUMBA para el cristiano?
Triunfo sobre la agonía
Para el creyente, la muerte no es el fin ni una derrota. Es el cumplimiento de la promesa de Cristo, quien venció la muerte y el pecado en la cruz, dándonos una esperanza invencible. La tumba deja de ser un lugar de derrota y se convierte en un símbolo de victoria, donde la agonía es absorbida por el triunfo del Salvador. La muerte, entonces, es el último enemigo vencido, y al dejar este mundo, el cristiano experimenta la realización de esa victoria.
Unión con Cristo
En la muerte, el creyente entra en una unión más plena y cercana con su Salvador. Si bien en esta vida estamos unidos a Cristo por fe, en la muerte esa unión se hace más tangible y gloriosa. Como lo expresó el apóstol Pablo, “Estar ausente del cuerpo es estar presente con el Señor” (2 Corintios 5:8). Esta es la recompensa última de la fe: estar para siempre en comunión con Cristo, nuestro Redentor y Rey, quien nos recibe en Su presencia eterna.
Momentánea tribulación
La muerte y el dolor que le acompaña son transitorios para el cristiano. Pablo nos enseña que "esta leve y momentánea tribulación produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria" (2 Corintios 4:17). La muerte, aunque real, es pasajera frente a la eternidad. La breve despedida de los seres amados será pronto reemplazada por una eternidad de reencuentro y comunión en Cristo.
Bienvenida al paraíso
La tumba no es un abismo de oscuridad, sino la entrada a la patria celestial. Jesús prometió a quienes le siguen: "En la casa de mi Padre muchas moradas hay; voy, pues, a preparar lugar para vosotros" (Juan 14:2). Al dejar esta vida, el cristiano entra en el gozo del Señor, en la compañía de los santos, y en el descanso prometido. Es una bienvenida amorosa, un abrazo eterno de parte de nuestro Padre.
Alivio de toda aflicción
En la presencia de Dios, "enjugará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no existirá más" (Apocalipsis 21:4). La tumba es, en última instancia, el fin de todas las aflicciones, enfermedades y dolores. Para el cristiano, la muerte es la puerta al alivio perfecto, el momento en que el sufrimiento de este mundo termina para dar paso a la paz perfecta y eterna.
Si preguntan ¿Qué es la tumba para la cristiana grey?
Confesamos que es el Triunfo, la victoria colosal,
que es la plena Unión con Cristo, nuestro Redentor y Rey;
sólo un lapso Momentáneo mientras llega el día postrer,
es la honrosa Bienvenida al paraíso celestial
y es Alivio del sollozo y el final de todo mal
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