Nadie puede mover a doña Ciriaca de su rancho. Aferrada a las paredes, subida después a la mesa y por último trepada a una silla que colocó sobre la misma tabla, Ciriaca se separa de la crecida del río lo más posible. Ya lo anunció: prefiere ahogarse en lugar de irse antes de que vuelva Sánchez....
Published 12/04/24