En esta prédica Gerson nos habla bajo el pasaje de Hechos 8:27-38, sobre cómo el bautismo es una celebración maravillosa incluso cuando sentimos que no entendemos el amor de Dios. ¿Cómo me voy a bautizar si no me lo merezco? 1. No te lo mereces: El acto de bautizarnos es mucho más que un regalo de merecimiento. El hacerlo es una fiesta que se celebra bajo nuestra propia decisión. Recibir el bautismo y poner a Jesús en el medio, es el mejor regalo de gozo que podemos recibir. No es un título de merecimiento. 2. No hay que entender todo: Esto nos sucede a todos; queremos buscar respuestas de nuestras situaciones en todo momento. La decisión de bautizarnos, es solo un impulso que nace desde tu corazón; esa intención de hacerlo es inexplicable, pero es un regalo para el alma. 3. Dios no busca perfección, Él busca tu corazón: Nunca te va a medir por tus errores o fracasos; tampoco le importa que actúes de acuerdo a unos límites para poder brindarte su amor. Él espera solo que lo recibas en tu corazón, y a partir de allí hacer en ti una fiesta de gozo y alegría desde que lo aceptes. 4. Atrévete: No tengas miedo de preguntar, de hablar con Dios, de vivir experiencias nuevas, y mucho menos de entablar o reiniciar una relación con Él. Te prometemos que te está esperando con los brazos abiertos. El bautismo es la decisión de celebrar las promesas de Dios en la tierra, aunque no las entendamos ni nos sintamos merecedores de ello 🤍