1877. Caso real. La paciente cafetera.
Description
CASO REAL.
Contexto del paciente: Una mujer de 35 años acude a consulta buscando perder peso. A pesar de seguir una dieta equilibrada y realizar ejercicio de manera regular, no ha visto avances significativos. Durante la consulta, comenta que consume entre 5 y 6 tazas de café al día, sin añadir azúcar ni edulcorantes, pero le agrega un polvo de probióticos recomendado por una amiga para mejorar su digestión.
Obstáculos identificados:Inflamación abdominal por el uso de probióticos inadecuados: El paciente comenzó a añadir probióticos en polvo a su café con la intención de mejorar su salud digestiva. Sin embargo, el tipo de probiótico que utilizaba no era adecuado para su microbiota intestinal, provocándole inflamación abdominal y malestar digestivo, incluyendo hinchazón y gases. Esta inflamación afectaba tanto su bienestar general como su percepción de progreso en la pérdida de peso.Alto consumo de cafeína y su impacto en el estrés y el sueño: Además del uso de los probióticos, el alto consumo de café con cafeína estaba afectando su calidad del sueño, lo que a su vez alteraba su regulación del apetito y la recuperación física. La falta de descanso de calidad estaba contribuyendo a una respuesta inflamatoria crónica y dificultaba su capacidad para perder peso, a pesar de los esfuerzos en su dieta y ejercicio.Dependencia emocional del café: La paciente admitió que recurría al café como una forma de manejar el cansancio y el estrés diario, lo que le generó una dependencia psicológica. Aunque el café en sí no aportaba calorías importantes, su uso como mecanismo para lidiar con la fatiga y la ansiedad estaba interfiriendo con su capacidad para adoptar otras estrategias más saludables de manejo del estrés.Intervención:Evaluación de los probióticos: Se recomendó a la paciente dejar de añadir los probióticos en polvo a su café, ya que no estaban aportando los beneficios esperados y, por el contrario, estaban causando inflamación. Se sugirió realizar una evaluación más completa de su salud digestiva y consultar con un especialista en microbiota para identificar probióticos adecuados en caso de que fueran necesarios.Reducción del consumo de café con cafeína: Se le aconsejó reducir progresivamente el número de tazas de café a un máximo de 2-3 por día, preferiblemente todas antes del mediodía, para evitar que la cafeína afectara su calidad del sueño. Se le propuso sustituir algunas tazas por infusiones sin cafeína o agua para mantenerse hidratada y disminuir su dependencia del café.Alternativas para el manejo del estrés: Se trabajó en estrategias alternativas para lidiar con el estrés y la fatiga, como ejercicios de respiración, pausas activas durante el día, y la incorporación de técnicas de mindfulness para mejorar su bienestar sin recurrir tanto al café.Resultados: Al eliminar los probióticos en polvo y reducir su consumo de café con cafeína, la paciente experimentó una mejora en su digestión y una notable disminución de la inflamación abdominal. También logró mejorar su calidad del sueño, lo que contribuyó a un mejor control del apetito y una mayor energía durante el día. Con estas mejoras, su proceso de pérdida de peso comenzó a mostrar resultados, al estar menos influenciado por la inflamación y la falta de descanso.Este caso subraya la importancia de evaluar adecuadamente el uso de suplementos, como los probióticos, y cómo incluso hábitos aparentemente saludables pueden interferir con el proceso de pérdida de peso cuando no están ajustados a las necesidades individuales del paciente.
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