De todas las entrevistas que he hecho en 2023, ésta ha sido la más difícil. Las razones son múltiples: la hora, para empezar. Me tocó al final de la tarde, luego de una larga jornada de promoción para Bunbury de su nuevo álbum 'GRETA GARBO', y al final de una larga semana de trabajo por mi lado. La otra cosa que no funcionó fue "saber demasiado". En unos días me repasé sus discos, me leí su más reciente libro, vi TODAS las entrevistas que había hecho hasta el momento y en el proceso, me llené de preguntas. Al tener tantas inquietudes juntas (todas por escrito), me costó elaborarlas frente a la cámara, lo que ofuscó en varias ocasiones al músico español, causando una desconexión profunda entre sujeto y entrevistador. Los temas técnicos tampoco me ayudaron: tenía lista una cámara SONY ZV-1 para grabarme, pero cuando encendí la sala de Zoom, ya Enrique estaba sentado, muy puntual, para la entrevista. Al darle "record", la cámara me lanzó un mensaje de error de la tarjeta de grabación. Eso me produjo sudor, temor e inseguridad. Y los artistas como Bunbury huelen el miedo a kilómetros. En efecto, le tomó poco tiempo controlar la narrativa de la entrevista y dejarme sin mucho piso intelectual. Y por último, y el más grave de los errores que uno puede cometer: le hablé como un fan. NUNCA hables con un músico desde tu cariño por él, porque por más que lo quieras, eres un reportero, no un fanático más. En términos generales, la entrevista más difícil que he hecho este año. Pero el disco está precioso y Bunbury está de vuelta, que son las dos cosas que importan. Esta charla salió en televisión en Canal Trece el pasado lunes 26 de junio.