La parálisis no puede convertirse en un escondite para una vida anestesiada. Querer curarse significa asumir las consecuencias de una vida nueva, de una vida en alerta, ¡bien vivida!
lavar los pies de los discipulos. ¡En Dios, bajar es tocar, servir y amar la vida! Jesús, bajando de la montaña, se encontró con un leproso que se arrodilló ante él para pedirle ayuda.