Alguien dice que la era de las redes sociales está terminando y que no tiene reemplazo. Otros, que la inteligencia artificial, sin la que ya no podremos vivir, ha inundado la red de contenidos sintéticos y está matando la vieja web.
Una noticia de periódico avisa de que "los precios y la incertidumbre hunden el consumo". No es la noticia que necesitamos. Sin consumo no hay producción y sin producción no hay empleo ni dinero para consumir. Es como la pescadilla que se muerde la cola.
He oído decir que existe una encuesta nacional (en Norteamérica) sobre 'la ira del cliente' para medir el grado, no sólo de insatisfacción, sino de cabreo, de ira. Y los resultados no son nada halagüeños, créanme.