En una casa de empeños puede usted dejar en depósito y como garantía, algo de su propiedad a cambio de una suma de dinero en efectivo que se le otorga de manera inmediata. No me parece muy diferente a los créditos bancarios. Nada parecido al Monte de Piedad, del que ya poco se oye hablar.
Una noticia de periódico avisa de que "los precios y la incertidumbre hunden el consumo". No es la noticia que necesitamos. Sin consumo no hay producción y sin producción no hay empleo ni dinero para consumir. Es como la pescadilla que se muerde la cola.
He oído decir que existe una encuesta nacional (en Norteamérica) sobre 'la ira del cliente' para medir el grado, no sólo de insatisfacción, sino de cabreo, de ira. Y los resultados no son nada halagüeños, créanme.