El ingeniero Juan Carlos Romero, jefe de planta de Lácteos San Antonio, nos habla del proyecto de la planta fotovoltaica. La iniciativa surge de la preocupación medioambiental y el deseo de reducir el impacto negativo de la empresa en el entorno. La planta, que opera desde hace tres años, utiliza 2222 paneles en 5000 metros cuadrados de techo, generando alrededor del 30% de la energía necesaria para la fábrica. El proyecto busca aprovechar la radiación solar en Ecuador, destacando la importancia de la ubicación geográfica. Aunque no logran independencia total de la red eléctrica, la planta elimina casi 700 toneladas de CO2 anuales, equivalente a plantar 2200 árboles. La experiencia de Lácteos San Antonio ha atraído a otras empresas y universidades interesadas en replicar el modelo. El ingeniero comparte que están trabajando en un segundo proyecto que utiliza energía solar para calentar agua, reduciendo aún más el uso de combustibles fósiles. Además, la empresa tiene planes adicionales enfocados en la sostenibilidad, como la reducción del consumo de agua.