Jesus envió a los discípulos a predicar el Evangelio del Reino y los comisiono diciéndole: Sanad enfermos, echad fuera demonios, limpiad leprosos y resucitad muertos. Y dar por gracia, lo recibido por gracia.

El Reino de Dios no es comida ni bebida - Sino justicia, gozo y paz en el Espíritu Santo. Es la presencia del Espíritu que transporta y establece el Reino de Dios en la tierra.

Jesús fue cuestionado por los Fariseos y aun por Sus discípulos acerca del Reino de Dios y la restauración eminente de la nación de Israel. Jesús hace una declaración brusca que enfocó el Reino hacia una realidad presente - sin restarle a la realidad futura. En este, mensaje tu podrás entender porque Jesús hizo esta declaración y enfocó el Reino en el presente.

Mirando y considerando la comunidad primitiva del libro de los hechos y mirando la transformación que produjo el ambiente de una comunidad apostólica, como resultado de vivir y compartir diariamente la vida junta. En este mensaje el pastor habla de 7 características sobresalientes que fueron visibles en dicha comunidad primitiva.

Cuando tengo un sentido de que pertenezco a una comunidad, eso produce y crea un sentido de seguridad. Y me permite identificar las capacidades y dones de Dios – y lo uso para servir y contribuir al bien común y entregarme sin reserva a la comunidad [iglesia local] donde Dios me ha colocado.

En este mensaje, el pastor Carlos Jimenez nos explica - que por cuanto tenemos la imagen de Dios, anhelamos tener comunión con otros y vivir en comunidad. Y para vivir en comunidad el amor debe ser sin fingimiento. Debemos aborrecer lo malo y apegarnos a lo bueno.

La Doctrina de la trinidad establece que Dios existe desde siempre como comunidad. La comunidad divina presupone una relación “subsistente”; es decir, cada persona existe para la otra en una interrelación indisoluble. Dios vive en una comunidad eterna. El Dios creador es siempre el Dios Trino – Y debido a ello, todo lo creado fue hecho para existir en comunión y comunidad. Por cuanto tenemos la imagen de Dios, cada ser humano anhela vivir en comunión con los demás. Vivamos [en familia] de...

La Biblia es muy clara acerca de cómo será el fin de los días y del futuro de la historia de la humanidad. Además, nos dice cuáles son las señales que se manifestaran en los postreros días y como deben de vivir los creyentes en Cristo antes de Su venida.

En este mensaje el Pastor Juan Radhames explica y expone la importancia que Dios pone – acerca del cuidado que debo de tener sobre mis generaciones. El pastor resumió la totalidad del mensaje con estas Palabras - "Es mejor tener un Padre que un manto o una herencia".

La palabra nos dice en Proverbios 3:6 que si reconozco a Dios en todos mis caminos, Él ha prometido guiarme y enderezar todas mis veredas. La Palabra de Dios ilumina nuestros pies y nos da el entendimiento para tomar decisiones de acuerdo a los principios eternos.

Es obvio que hay cosas que los seres humanos practican en el día hoy que no fueron estipuladas en la biblia. Sin embargo, la Palabra nos da una guía clara y nos dice - Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. Es decir, tengo que vivir una vida balanceada para que mi libertad no destruya a otro y que nada tenga dominio sobre mí. Y que todo lo que haga sea para edificación de mi vida y los demás.

En este mensaje el pastor Carlos A. Jimenez observa lo siguiente. Que todo conocimiento de Dios – que debe de ser impartido a mi descendencia – debe ser como resultado de mi amor hacia Dios. Puedo moralizar a mis hijos y familia – pero nunca plasmar el conocimiento eterno en ellos sino amo a Dios sobre todas las cosas según Deuteronomio 6:1-9.

La santidad es dada en el contexto de que ahora que hemos recibido a Cristo Jesus – somos templo del Dios viviente y que por lo tanto debemos de limpiarnos de toda Contaminación de carne y de espíritu. Es decir, de cualquier cosa que pueda profanar la habitación de Dios las cuales somos nosotros. 2 Corintios 7:1 “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”